LA GRAVEDAD DEL ABUSO SEXUAL ECLESIÁSTICO
Por: Dra. Celia Moreno – Psicóloga y Profesora de Ciencias Políticas.
Twitter: @CeliaPma – Facebook: Consciencia Atea
Hay gente que para justificar a la iglesia y su encubrimiento, comparan los abusos sexuales de curas con los abusos sexuales que se dan en la sociedad en general.
Veamos porque el abuso por parte de un cura, constituye una pena agravada hasta para la legislación penal de cualquier país:
- El hecho de que la Iglesia es un lugar de congregación, en donde los feligreses educan a sus hijos e hijas, a confiar ciegamente en las autoridades eclesiásticas, hace que los abusos sexuales sean masivos, ya que tiene un mercado cautivo de posibles victimas totalmente indefensas y a la disposición de las figuras de autoridad de la iglesia.
- El adoctrinamiento y sometimiento a las Iglesias que se ha dado por siglos, hace mas fácil la manipulación, ya que las figuras de autoridad tienen a los ojos de los feligreses, un poder y una autoridad moral, lo que les da un peso psicológico, emocional y moral a todas esas autoridades eclesiásticas, por encima de la población general.
- La política de encubrimiento que ha tenido el Vaticano, y por ende todas las Iglesias y sus feligreses, ha facilitado el crimen por años en todo el mundo, ya que crea un espacio de impunidad en donde el criminal puede actuar a sus anchas, sin temor a ser perseguido y menos castigado por estos crímenes execrables.
- Hay que recordar también, que esas creencias religiosas dictaminan la obediencia a la autoridad, ver: Romanos 13:1-7, Hebreos 13:17, Tito 3:1, etc., y que tienen un poder profundo en la psique del individuo, que termina por internalizar esas creencias distorsionadas, que van acompañadas de manipulación y culpabilización de la víctima.
- Por último, la diferencia está tipificada en el Código Penal de todos los países que lo establece como una pena agravada y nos dice que: “Cuando un Tutor, Maestro o Ministro del Culto religioso, abuse sexualment de un menor, se considera una conducta agravada por que el tutor o ministro actúa con ventaja por que existe en la víctima el deber de obediencia, la sumisión psicológica y/o el temor reverencial.”
POr todas las razones expuestas anteriormente, es que no se puede bajo ninguna circunstancia, comparar el abuso sexual llevado a cabo por otro victimario, con el crimen perpetrado por los sacerdotes de la iglesia católica, o de cualquier congregación religiosa.